viernes, 16 de abril de 2010

Algunos comentarios sobre educacion en nuestros niños










La educación es una búsqueda del significado y el propósito de la vida, con el fin de descubrir la manera correcta de vivir y procurar el bienestar. Por lo tanto, es siempre un proceso interminable, que impulsa a los seres humanos hacia la madurez.

Y el aprendizaje: Cambio perdurable en el comportamiento que ocurre como resultado de la experiencia.
Como padres y pediatras tenemos un papel preponderante en este momento crítico en el cual se sufre problemas graves de seguridad y no menos importante seria situación educacional que para superarla los expertos consideran que serían necesarios 15 o 20 años y vale la pena preguntarnos que estamos haciendo ante la situación.
Respecto a nuestros hijos vale la pena recordar y leer con ellos las palabras del Dr. Carlos Heckthever de los padres malos.
Los amé lo suficiente como para haberles preguntado a donde iban, con quién iban y a qué hora regresarían.
Los amé suficiente para hacerles saber, aunque no les gustara que aquel nuevo amigo no era buena compañía.
Los amé lo suficiente para hacerles pagar las golosinas o las revistas que tomaron, y decirle al dueño nosotros nos las llevamos ayer y queremos pagarlo.
Los amé lo suficiente para permanecer de pie dos horas, junto a ustedes mientras limpiaban su cuarto, tarea que yo habría hecho en 15 minutos.
Los amé lo suficiente para dejarles ver además del amor y el orgullo que sentía por ustedes, la decepción y también las lágrimas en mis ojos.
Los amé lo suficiente para dejarles asumir la responsabilidad de sus acciones, aún cuando sentí que se me partía el corazón, y ante todo los amé lo suficiente para decirles NO, cuando sabía que ustedes podrían odiarme por eso (y en algunos momentos sé que me odiaron).
Y cualquiera de estos días, cuando mis nietos hayan crecido lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres; cuando ellos les pregunten si sus padres eran malos, mis hijos les dirán: Sí nuestros padres eran malos. Los otros chicos comían golosinas en el desayuno y nosotros teníamos que comer cereales, huevos y leche; los otros chicos bebían refrescos y comían papas fritas y helados nosotros: arroz, carne, verduras y frutas.
Mamá y papá tenían que saber quiénes eran nuestros amigos y que hacíamos con ellos; nosotros tuvimos que esperar hasta los 16 años para volver tarde por la noche y no se acostaban hasta nuestro regreso para ver y oler en qué estado nos encontrábamos.
Por culpa de nuestros padres no estuvimos envueltos en problemas de drogas, robos, actos vandálicos, embarazos no deseados, ni estuvimos presos por ninguna causa, todo fue culpa de ellos.

También debemos referir el decálogo del juez Emilio Calatayud para hacer un delincuente:

1. Dele todo lo que le pida.

2. No le de formación espiritual ni moral.

3. Si dice palabrotas festéjeselo.

4. No lo regañe nunca ni le diga que está mal lo que hace.

5. Hágale todo, que no tenga esfuerzo

6. Déjele leer todo lo que llegue a sus manos, que vea todos los programas de TV y películas que se le antojen.

7. Peléese con su esposa y discuta con ella en su presencia.

8. Dele todo el dinero que quiera gastar.

9. Vea que todos sus deseos se cumplan.

10. Póngase de su parte en todos los conflictos con sus profesores, vecinos y amigos.

Y al final discúlpese diciendo: “ Nunca pude con este muchacho”.



No olvidar que los niños aprenden lo que viven. Dorothy Law Nolte.
Si un niño vive con crítica, aprende a condenar.
Si un niño vive con hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive con miedo, aprende a ser tímido, receloso.
Si un niño vive con lástima, aprende a tener lástima de sí mismo.
Si un niño vive con celos, aprende lo que es la envidia.
Si un niño vive con vergüenza, aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con ánimo, aprende a ser confiado.
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente.
Si un niño vive con halagos, aprende a apreciar.
Si un niño vive con aceptación, aprende a amar.
Si un niño vive con aprobación, aprende a quererse a sí mismo.
Si un niño vive con reconocimiento, aprende que es bueno tener una meta.
Si un niño vive compartiendo, aprende la generosidad.
Si un niño vive con honestidad y justicia, aprende lo que son la justicia y la verdad.
Si un niño vive con seguridad, aprende a tener fe en sí mismo y en los que lo rodean.
Si un niño vive con amigabilidad, aprende que el mundo es un lugar bonito para vivir.
Si vives con serenidad, tu hijo va a vivir con paz mental.
Con qué está viviendo tu hijo?
Recopilación Dr. Lorenzo Almazán Bonora.
Guasave, Sinaloa.
01 687-87 22486.

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