Dr. José Norberto Urquidi Espinosa.
Con el transcurrir de los tiempos los hábitos, costumbres y necesidades en nuestras familias se han ido modificando de acuerdo a las condiciones de vida prevalecientes , lo cual ha originado cambios importantes en la estructura y dinámica de las mismas. Actualmente y por ejemplo , la concurrencia de factores (entre muchos otros ) desencadenados por la crisis económica global, han incidido profundamente en su adaptación y desempeño .Para satisfacer más o menos las necesidades básicas, se hace indispensable que mamá y papá se incorporen a la plantilla laboral y por ende, el cuidado de sus retoños recaiga en otras personas dentro de las cuales sobresalen los abuelos y de ellos básicamente las abuelitas, amén de otros parientes , guarderías y otros más.
Obviamente , ante ésta circunstancia , es lógico que la interrelación entre éstas personas y los pediatras se torne más estrecha , apreciándose que con cierta frecuencia ésta se torne difícil y en ocasiones hasta de confrontación callada , enmascarada y persistente entre los que disponemos las atenciones y recursos médicos que se deben implementar en el cuidado de los nietos - en sus etapas de crecimiento y desarrollo - y quienes en base a la experiencia adquirida durante la crianza de sus propios hijos , la consideran y ponen en práctica .
No es raro qué, al tener el agrado de evaluar en el consultorio “peques ” con padres neófitos , éstos se acompañen de alguna de las abuelitas y nuestra primera reacción sea de rechazo a la comparecencia de la misma. Entendamos que procedemos de manera errónea y casi ciega ; Dios y la naturaleza no se equivocan , nuestras madres han contado y cuentan hasta la fecha con ése don insustituible en la crianza de los hijos : el INSTINTO MATERNO. Debemos de preguntarnos : porqué todos nosotros seguimos disfrutando del placer de la vida si no ha sido en gran parte por los cuidados que nos prodigaron nuestras madres en su respectivo momento y que por lo que sentimos y contemplamos , fueron válidos y efectivos ... ? prácticas y recursos que si bien en la actualidad, algunos de ellos nos parecen disparatados, obsoletos y hasta absurdos , pero aceptemos que al final de cuentas , lograron sacarnos adelante y aquí estamos ... Se puede argumentar que muchos de nuestros males y tropiezos, por su naturaleza, pudieron ser autolimitables y se iban a subsanar por si solos , pero ...no deberíamos de reconocer que en ésas lides adquirieron vasta experiencia al estarnos criando, lo cual ameritó desvelos y sacrificios durante tantos y tantos años ... ? ésas fueron nuestras madres y... SON LAS ABUELAS DE AHORA..!
Será criticable o hasta admisible y justificado que se sientan con la absoluta autoridad para estar emitiendo recomendaciones hacia sus hijo(a)s, yernos, nueras, sobrinos y demás parientes en el manejo de sus descendientes ? ello motiva que en ocasiones adopten posturas rígidas e inflexibles a tal grado qué, sintiéndose suficientes encaran y ponen en tela de juicio las indicaciones que emitimos los médicos y en particular los pediatras (por ejemplo : …”que me van a enseñar éstos doctorcitos a mí que crié a 2,4,6,8,10 de Ustedes …?”… “ están locos los pediatras, yo les hacia tal o cual cosa y ya ven aquí están SANOTES no les hagan caso ...! “ etc., etc.)propinándonos así sonoro revés que cimbra nuestra calidad de guardianes de la salud , duro golpe a nuestro ego, a nuestra sapiencia y preparación... predisponiendo así al origen del conflicto abuelos- pediatras para , de ahí en adelante , enfrascarnos y exhibir la Sempiterna conducta beligerante y de descalificación entre ambas partes.
Puedo afirmar, sobre todo con los papás primerizos, que en la primera entrevista, al dedicarles el tiempo suficiente para brindarles toda la serie de indicaciones que nos dicta la puericultura que conocemos , no sorprende que lamentablemente en la siguiente cita ( un mes aproximadamente ) todo lo dialogado pasó de noche... Porqué ? simple y sencillamente porque en casa existe, persiste y seguirá persistiendo una figura que va dictando los consejos en el cuidado de sus hijos y que hasta hoy piensan y sostienen que siguen siendo válidos, vigentes... una figura que es además de matriarca, objeto de consideraciones y respeto entre su familia , una figura en la cual en éste aspecto su palabra es ley , que goza de todo el tiempo del mundo y repetidas oportunidades para estar implantando " su verdad ", "su experiencia " , "su conocimiento " . Conocemos de situaciones en las cuales , padres muy cultos y preparados sucumben ante las prácticas, argumentos y mitos que dictan las abuelitas y que ante nuestros ojos son inadmisibles. Comprendamos entonces que enfrentamos una situación que se transmite de generación en generación y que es muy difícil- no imposible- modificar en corto tiempo. Hasta la fecha, no es de extrañar que lamentemos las expresiones del bajo nivel en lo que más nos concierne: la cultura médica de nuestras gentes. Por lo tanto apliquemos el ejercicio de una Pediatría Integral la cual no solo se dedique a la asistencia, a la investigación, la prevención , la rehabilitación y a la enseñanza, a la docencia , pero una docencia dirigida también a quienes se encuentran prodigando sus afanes a quienes son nuestros pacientes. No perdamos la oportunidad de enseñarles , de actualizarles cuando les tenemos enfrente , aprovechemos para instaurar conceptos , medidas preventivas , señales de alarma, etc. Planteadas las cosas de ésta manera , no seríamos más positivos y efectivos si requerimos la presencia de los abuelitos ? Escucharlos, dialogar , señalar y recomendar nuestras observaciones con argumentos válidos y convincentes, aceptar que reconocemos su experiencia y que no somos entes impositivos , tajantes, que solo sabemos poner nuestra distancia con un NO ! criticable en todos sus aspectos ... no sería mejor explicar el porque NO de las cosas en cuestión... ? ejerzamos una Pediatría más accesible, más apegada a lo que realmente vivimos y convivimos, más humana ... Por lo tanto, seamos los primeros en INVITAR y SOLICITAR la presencia de las abuelitas o padres sustitutos que pueden aportar información valiosa y apoyo trascendentales en la evaluación y manejo de nuestros pacientes. Puedo afirmarles que con ésta acción, los logros a obtener serán muy buenos y nos llenará de satisfacción en ésa interrelación Pediatra- Familia.
Será criticable o hasta admisible y justificado que se sientan con la absoluta autoridad para estar emitiendo recomendaciones hacia sus hijo(a)s, yernos, nueras, sobrinos y demás parientes en el manejo de sus descendientes ? ello motiva que en ocasiones adopten posturas rígidas e inflexibles a tal grado qué, sintiéndose suficientes encaran y ponen en tela de juicio las indicaciones que emitimos los médicos y en particular los pediatras (por ejemplo : …”que me van a enseñar éstos doctorcitos a mí que crié a 2,4,6,8,10 de Ustedes …?”… “ están locos los pediatras, yo les hacia tal o cual cosa y ya ven aquí están SANOTES no les hagan caso ...! “ etc., etc.)propinándonos así sonoro revés que cimbra nuestra calidad de guardianes de la salud , duro golpe a nuestro ego, a nuestra sapiencia y preparación... predisponiendo así al origen del conflicto abuelos- pediatras para , de ahí en adelante , enfrascarnos y exhibir la Sempiterna conducta beligerante y de descalificación entre ambas partes.
Puedo afirmar, sobre todo con los papás primerizos, que en la primera entrevista, al dedicarles el tiempo suficiente para brindarles toda la serie de indicaciones que nos dicta la puericultura que conocemos , no sorprende que lamentablemente en la siguiente cita ( un mes aproximadamente ) todo lo dialogado pasó de noche... Porqué ? simple y sencillamente porque en casa existe, persiste y seguirá persistiendo una figura que va dictando los consejos en el cuidado de sus hijos y que hasta hoy piensan y sostienen que siguen siendo válidos, vigentes... una figura que es además de matriarca, objeto de consideraciones y respeto entre su familia , una figura en la cual en éste aspecto su palabra es ley , que goza de todo el tiempo del mundo y repetidas oportunidades para estar implantando " su verdad ", "su experiencia " , "su conocimiento " . Conocemos de situaciones en las cuales , padres muy cultos y preparados sucumben ante las prácticas, argumentos y mitos que dictan las abuelitas y que ante nuestros ojos son inadmisibles. Comprendamos entonces que enfrentamos una situación que se transmite de generación en generación y que es muy difícil- no imposible- modificar en corto tiempo. Hasta la fecha, no es de extrañar que lamentemos las expresiones del bajo nivel en lo que más nos concierne: la cultura médica de nuestras gentes. Por lo tanto apliquemos el ejercicio de una Pediatría Integral la cual no solo se dedique a la asistencia, a la investigación, la prevención , la rehabilitación y a la enseñanza, a la docencia , pero una docencia dirigida también a quienes se encuentran prodigando sus afanes a quienes son nuestros pacientes. No perdamos la oportunidad de enseñarles , de actualizarles cuando les tenemos enfrente , aprovechemos para instaurar conceptos , medidas preventivas , señales de alarma, etc. Planteadas las cosas de ésta manera , no seríamos más positivos y efectivos si requerimos la presencia de los abuelitos ? Escucharlos, dialogar , señalar y recomendar nuestras observaciones con argumentos válidos y convincentes, aceptar que reconocemos su experiencia y que no somos entes impositivos , tajantes, que solo sabemos poner nuestra distancia con un NO ! criticable en todos sus aspectos ... no sería mejor explicar el porque NO de las cosas en cuestión... ? ejerzamos una Pediatría más accesible, más apegada a lo que realmente vivimos y convivimos, más humana ... Por lo tanto, seamos los primeros en INVITAR y SOLICITAR la presencia de las abuelitas o padres sustitutos que pueden aportar información valiosa y apoyo trascendentales en la evaluación y manejo de nuestros pacientes. Puedo afirmarles que con ésta acción, los logros a obtener serán muy buenos y nos llenará de satisfacción en ésa interrelación Pediatra- Familia.
+Steven P, Shelov, M.D., M.S. et al. El cuidado de su hijo pequeño. Libro de orientación para Padres. Acad. Americana de Pediatría. 4a. Edición, pags.184-85 , 246 -48.Bantam Dell. Ed. 2006.
+Soto Moreno, G. y col. Crianza y salud. " Los abuelos y la crianza "
info@scp.com
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+Vargas C. Nelson " Cambios en la familia : repercusiones en la práctica pediátrica. Rev.Chil. Pediatr vol 72 , num 2, 28 jun 2006 , pags. 77-80
+Arbaiza Aguilar, Ailed . Familia y vivencias http// familia y vivencias. blogspot.com
+INEGI Censo de población y Vivienda México 2010 .Población económicamente activa.
+INEGI Censo de población y Vivienda México 2010 .Población económicamente activa.
1 comentario:
Que bendición que el autor de este articulo sea el mejor abuelito del mundo. Viridiana
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