lunes, 3 de agosto de 2009

Comunicación asertiva entre padres e hijos



Por L.C.C. María de Lourdes Arcos Santoveña.
coordinadora de Imagen y Protocolo de CONAPEME

Cuantas veces nos hemos preguntado porque llega a ser tan complicado hablar con nuestros hijos, entenderlos y que nos entiendan; cuando debería ser algo sencillo.
La comunicación es un proceso intrínseco de todo ser humano, si tomamos en cuenta que comunicación significa establecer algo en común, entonces debemos entender que para llegar a este punto es necesario no sólo hablar, intercambiar ideas o pensamientos sino estar dispuestos a escuchar, es decir, interesarnos por lo que nuestros hijo nos están compartiendo.
A veces la rutina, los tiempos vertiginosos bajo los cuales estamos viviendo nos lleva a no tener tiempo para COMUNICARNOS. Generalmente oímos lo que nuestros hijos nos platican en el trayecto de la escuela a la casa, o a veces mientras comemos o cenamos, ellos suelen contarnos algo, pero como nosotros tenemos nuestros propios asuntos, mientras nos hablan pensamos en que vamos a hacer mañana, como vamos a solucionar algo, etc. En fin, la mayoría de las veces no nos comunicamos, sólo tomamos turnos para hablar.
No podemos hablar de relaciones familiares, laborales, sociales, sino hay un proceso de comunicación de por medio. Y para solucionar este problema y lograr buenas relaciones humanas y sobre todo dentro del núcleo familiar la comunicación nos ofrece algo llamado asertividad.
¿Qué es la asertividad? Es una conducta propia del ser humano que le da la posibilidad de expresar sus sentimientos, intereses, creencias, ideas etc. De manera cómoda manteniendo siempre el respeto por uno mismo y hacia los demás, involucrando el sentido de la responsabilidad sobre nuestros actos.
Cuando hablemos con nuestros hijos es importante tomar en cuenta no caer el los extremos: pasividad o agresividad. Esto sin duda es lo que solemos llamar (saber decir bien las cosas), pedir lo que consideramos necesario sin pasar por encima de nadie o dejarse atropellar por alguien. Muchos de los problemas de comunicación que se establecen entre padres e hijos es el miedo. Si efectivamente, es común encontrar que los hijos no sienten hacia los padres respeto sino miedo, escucho usted bien, MIEDO a no ser comprendidos y por lo regular terminar regañados y castigados.
Es importante iniciar el diálogo con nuestros hijos a partir de examinar nuestros intereses y los de ellos, y estimar en que medida deben ser respetados para no caer en caprichos momentáneos.
Hay que ser observadores con respecto a la conducta de con quien estamos hablando, para que de esta manera demos pie a concentrar los sentimientos y evitar las conductas agresivas o pasivas.
Una herramienta de la comunicación es la proxemia, que no es en otra cosa que ponerse en el lugar del otro y tratarlo asertivamente aunque el receptor no se comporte de la misma manera; lo importante es entrar a una dinámica de comunicación que nos permita mantener el interés y el objetivo.
Resumiendo: ¿cómo es la comunicación asertiva? ¿cómo podemos comunicarnos con otros sin que se sientan agredidos o sin que nosotros renunciemos a lo que queremos por miedo? utilizar la persuasión de la comunicación no verbal: Mantener un contacto visual, tener una posición cómoda y hacer uso de tonos de voz, vocabulario asertivo: Pienso, siento y quiero; también tomaremos en cuenta palabras de colaboración y sobre todo demostrar interés hacia nuestros hijos y a lo que nos dicen.

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